Este artículo analiza cómo los autores de ficción moderna han empleado los personajes históricos de doña Marina y Jerónimo Aguilar como personajes ficticios para reinterpre-tar la historia tradicional formal. Estos autores siguen la tradición cronista de emplear narrativas parciales y subjetivas para reclamar la reputación de los personajes históricos. En las dos novelas analizadas, la identidad bilingüe es fundamental en la reivindicación de la reputación de los personajes que llegan a ser humanos simpáticos, a pesar de sus contribuciones al éxito de la conquista.